Thursday, October 26, 2006

Miguel, sí que existe una izquierda española...

Amigo Miguel:
Son las 0.40 de la madrugada del sábado al domingo. Estoy algo cansado. Diría que muy cansado… Pero no se me van de la cabeza las idioteces de las que hace alarde un tipo sin dignidad civil (jamás dice su nombre, como hacen los ciudadanos libres, sensatos y responsables, sobre todo cuando pretenden discursar sobre cuestiones políticas o de interés común) que suele aparecer en los foros de opinión como Contrainformación palantina… Claro, con ese alias, la verdad es que poca idem (verdad) se puede esperar de él… Pero, en fin, voy a tratar de exponer, y exponerte, que no sólo existe una izquierda española (lógica) sino también una izquierda "españolista"… Con la titulación académica que posees y con el desempeño de tu trabajo como diputado en el Congreso, de sobra sabes que sí existe esa izquierda. Lo que pasa es que la otra pseudoizquierda, o “cosa talantosa/talentosa”, la está censurando, ninguneando y, como dice un buen amigo segorbino, “fagocitando”.

Yo, en realidad, lo único que puedo hacer es airear algunos aspectos inherentes al tema y tratar de darle algo de lirismo a este artículo. Igual me dan las claras del día. Suele ocurrirme. Es bonito, en realidad, cumplo con mi quimera quijotesca: “la del alba sería cuando don Quijote salió de la venta...”, o canturreo la fatídica Al alba, de Luis Eduardo Aute, escrita en una madrugada atroz de finales 1975 ( “maldito baile de muertos, pólvora de la mañana”) cuando en el polígono de tiro de Hoyo de Manzanares se cumplía sentencia y eran fusilados unos activistas de ETA y otros del GRAPO… También es verdad que, a veces, me voy a dormir con el deber cumplido que (para mí) supone el artículo escrito, justo cuando “en España empieza a amanecer”… Así que toco todos los palos y conozco todos los tonos, porque, recordando al poeta, "he andado muchos caminos y abierto muchas veredas". Y aún no he parado.

CONSIDERACIONES SOBRE LA IZQUIERDA. Metiéndome ya en harina, yo diría que, si algo, en esencia, define a la izquierda, es su oposición al libre mercado, en pos de una economía planificada y colectivista, y el internacionalismo. Mas claro, agua: las internacionales obreras nacieron de ese pensamiento. Y el himno oficial y universal, La Internacional, habla por sí mismo y tiene poco o nada que ver con el Eusko Gudariak o Els segadors. Pero voy a dar un paso más y aceptaré por izquierda también la socialdemocracía, de inspiración germanonórdica (Willy Brandt, Olof Palme...) e incluso el democratismo (por contraposición a la derecha republicana) de Estados Unidos, de los Keneddy, Carter, Clinton y sus antecesores.
Estos movimientos políticos, en realidad, la única materia revolucionaria que contienen es un sentido natural de la justicia refrendado por las tesis de Keynes (¡qué te voy a decir yo de todo esto…!), favorables al intervencionismo del Estado para nivelar las situaciones de flagrante desigualdad social. Es decir, ocupan un punto neutro que, a mi parecer, viene a dar al traste con la bipolaridad izquierda/derecha; por la sencilla razón de que, al menos en Europa, los partidos de centroderecha saben que no pueden negar a los más desfavorecidos ciertas prestaciones y ni dejar al pairo de la libertad de mercado ciertos sectores de acentuado interés nacional. Paradójicamente, la extrema derecha (dejando al margen sus fobias) suele resultar de políticas sociales y económicas parecidas a la izquierda. Que nadie se espante: el sector público en tiempos de Franco era de gran importancia en la vida económica del Estado. Obviando las obsesiones de dictador: el comunismo, la masonería, el contubernio aquel de Munich y todo lo demás, resulta curioso que, en realidad, fuese un régimen socialista aquejado de una fuerte paranoia antisocialista.

Tampoco se me escapa que la socialdemocracia alemana (SPD), en los años primerosde la I Guerra Mundial, se alió con grupos de extrema derecha (friekorps) para acabar con la Liga Espartaquista. Individuos de esa tendencia mataron a culatazos a Rosa Luxemburg y le pegaron un tiro en la nuca a su correligionario, Kart Liebknecht. Deviene, no obstante, curioso y digno de reasaltar en el contexto político actual, que Rosa Luxemburg siempre se opusiera al llamado Derecho de Autodeterminación de los pueblos si para ello se esgrimía el socialismo.

Por otra parte, quizá el hombre más clarividente que ha tenido la izquierda mundial de todos los tiempos, Lev (León) Trotsky (naturalmente asesinado por un español, como no podría ser de otra manera…: Ramón Mercader, comunista estalinista) sabía perfectamente que todo burocratismo asfixiante y todo lo que no fuera triunfo mundial de la Revolución, abocaba a ésta al fracaso, como así ha sucedido… La revolución desde la educación, movimiento casi romántico promovido por Antonio Gramscí, iba en dirección más certera, a mi entender; pero Gramsci fue un hombre permanentemente encarcelado durante el régimen fascista de Mussolini y no pudo hacer otra cosa que escribir unos cuadernos y morirse. La segunda postguerra mundial propició el freudomarxismo y el eurocomunismo. El freudomarxismo (Escuela de Frankfurt: Adorno, Benjamin, Marcuse, etc.) asi como el existencialismo de Jean Paul Sartre, evidenciaron que las teorias marxistas debian ser revisadas desde otras perspectivas psicologistas, antropológicas y sociológicas que culminaron en el famoso Mayo francés de 1968. El eurocomunismo no fue (no es) otra cosa una vuelta atrás de la III Internacional, intentando reconvertir los partidos comunistas de ella surgidos otra vez en socialdemócratas. La corriente fue engendrada por Enrico Berlinguer y a ella se sumaron Georges Marchais y Santiago Carillo, que luego, muerto Franco y ya en España, fue desplazado por Julio Anguita, que le acusó de dictador. A su vez, Carrillo (sobre quien continuamente pende la duda de Paracuellos) tildó a éste de derechista, aunque el programa elaborado por el equipo del llamado "Califa rojo" ha supuesto, hasta el momento, el único proyecto racional de una izquierda moderada.

LA IZQUIERDA EN ESPAÑA.- La izquierda en España, yo creo que ha sido más bien una izquierda hija de las hambrunas y de los derechos de pernada de los caciques antes que una doctrina tomada de los librotes de don Carlos Marx. Indalecio Prieto nunca pasó de la lectura de de unas cuantas páginas de El Capital; y sólo Jaime Vera, en los tiempos iniciales del PSOE es posible que fuese un marxista consecuente. La síntesis del
marxismo y el casticismo (a pesar de las mordidas en el ayuntamiento de Madrid, que provocaron la denuncia de Alonso Puerta) es posible que fuera llevada a cabo por don Enrique Tierno Galván, un hombre que se entretenía escribiendo bandos bien redactados y greguerías al estilo de Gómez de la Serna. Yo recuerdo perfectamente (porque estuve) su entierro barroco, casi monárquico, rodaeado de un pueblo llano que olía a 2 de Mayo. Por la calle del Arenal circulaban, lentamente y compungidos. cientos, miles de madrileños en corrillos de chulapas y manolos que hubieran hecho soñar al Mesonero Romanos del inveterado costumbrismo.

... Tampoco los grupos anarcosindicalistas, con sus maneras refractarias a toda autoridad son especialmente antiespañoles. Ni tan siquiera los anarquistas catalanes. Fernando García de Cortázar muestra un profundo respeto por el líder cenetista Joan Peiró y lo incluye en el grupo de los españoles heroicos no suficientemente reconocidos. Durante la guerra civil, tanto a la izquierda como a la derecha, o a sus representaciones armadas, cabe atribuirles todo tipo de desmanes y asesinatos, pero ningún atisbo disgregador de la nación. Si se podría hablar de ello en ciertos aspectos de la derecha recalcitrante (PNV), heredera del carlismo (la lucha contra ETA
quizá no sea otra cosa que la IV Guerra Carlista), o de la pequeña burguesía catalana, representada por la Esquerra Republicana de la época de Companys, que llevó el separatismo unos puntos más allá de donde había llegado Francesc Maciá. A mayor abundamiento, ni tan siquiera Dolores Ibárruri, La Pasionaria, a pesar de haber nacido en Gallarta y haberse ideologizado viendo y viviendo las duras condiciones de los mineros vascos, hizo nunca la más mínima alusión al separatismo.

Reflejo de todo esto se puede tomar fijándonos en dos buenas películas que tratan el tema de la guerra civil española. La primera de ellas, según guión de José Sanchis Sinesterra, ¡Ay, Carmela! (célebre cantinela de la España roja) en tres ocasiones hace ostentacion y reivindicación de la españolidad de la izquierda… La primera, cuando en plena función de variedades para milicianos, hace interpretar a Carmen Maura (Carmela) la nada separatista canción de Ramón Perelló, éxito de Estrellita Castro, Mi jaca... La segunda, cuando, a un prisionero polaco, de las brigadas internacionales, le enseña a pronunciar correctamente la palabra “España”. Y la tercera, cuando, haciéndole cantar, opone a la alianza germanofranquista, nada más y nada menos, que el pasodoble Suspiros de España.

Lo mismo ocurre con esta emblematica música en la pelicula, trasunto de la novela de Alejandro Cercas, Soldados de Salamina. Un soldado republicano que deja escapar vivo al escritor falangista Rafael Sánchez Mazas, después de que tropas republicanas en retirada ejecutaran masivamente a los prisioneros franquistas, o nacionales, que tenían en su poder, baila feliz, sólo con su fusil, cómo no, los Suspiros de España... desde la izquierda.

La Constitución actualmente vigente, la de 1978, la del ¡Café para todos! voceado por Martín Villa, ha consagrado un modelo autonómico que… a medio camino entre el tratamiento que sobre el mismo tema da a las regiones la Constitución italiana de 1947, diversos modelos federales y lo que se quiso, o se o pudo, conservar del viejo Estado Unitario, dio como resultado la llamada España de las Autonomías, con una estructura federal de facto. Esta estructura, transmutada a los partidos poliíticos de izquierda, ha convertido la nación en un gallinero. De manera que ya no existe un Partido Comunista de España, ni un Partido Socialista Obrero Español, ni tan siquiera una Izquierda Republicana (que conozco muy bien), partido jacobino, de inspiración francesa... El actual nada tiene que ver con la Izquierda Republicana de Manuel Azaña… En Valencia, sin ir más lejos, es Izquierda Republicana del País Valenciá; o lo que es lo mismo: una aberración. Como es otra aberración –culpable de mil desastres- la detentación del poder, de un poder centrífugo, de los llamados Partido Socialista de Euzkadi (hoy en manos de Patxi López, para desgracia de todos) y PSC, casi separatista, dirigido por los charnegos Montilla y De Madre. Otro gallo cantaría si el PSOE en Cataluña fuese, sencillamente, PSOE (Partido Socialista Obrero Español) que tampoco creo yo que la súplica sea de derechas.

EXPERIENCIAS PERSONALES.- Por lo demás, varias son las ocasiones en que he tenido desagradables discusiones con personas que creía más formadas dentro de los movimientos de inzquierda. Una de ellas en el Club Diario Levante, donde el profesor Josep Guia, tras declararse independentista, no tuvo rubor en permancer en un estrado, junto con Vicent Garcés y otra señora, y alegar que estaba allí en pro de una Tercera República Española. No me supo constestar en qué defendía esa "Tercera República Española" si, definiéndose independentista, se vinculaba tan pasionadamente a ella. Por lo demás, todos hicieron cara de asombro cuando le repliqué que la franja morada de la bandera que colgaba, como un faldón, de su trono, no significaba otra cosa que el pendón morado de Castilla. Nadie me replicó.

En otro episodio, durante una reunión de la Plataforma 14 de Abril, le pregunté a Roberto Ruíz por qué Unificación Comunista de España (editan la revista De Verdad) sí que está, desde la mas pura ortodoxia de la izquierda, por la unidad indisoluble de la nación española. Y me respondió que ese partido era "una secta", algo que hizo replantearme mi permanencia en tales contubernios. Lo remató un señora, o señorita, que mandó reformar una proclama porque contenía demasiadas veces la palabra "España". Lo chocante es que lanzaba esta diatriba debajo justo de un cartel alegórico del poema A galopar, de Rafael Albertí, y cerca de una litografía del Guernika, con su caballo delirante y su toro pensativo, y justo enfrente de otro cartel tristísimo con un poema de Celso Emilio Ferreiro. Naturalmente, la "compañera" en cuestión, la que tanto le molestaba la palabra "España", no sabía (a pesar de que Paco Ibáñez le ha sacado a esto un beneficio) que Alberti habla en su poesía de las tierras de España y de las solas, desiertas y extensas llanuras, casi como los del 98, aunque sea uno de los principales del 27. Era inítil explicarle a esta mujer que el mejor de ese grupo, Luis Cernuda, escribió aquello de Un español habla de su tierra, dolido por un destierro que jamás debió producirse. Naturalmente, esta "izquierda", por ignorancia cultural, desconoce que los grandes valores que ella misma persigue están recogidos en el acervo cultural de España: el tiranicidio (folosóficamente entendido) en la doctrina del padre Mariana, la rebelión popular ante la injusticia en Fuenteovejuna, de Lope de Vega, el existencialismo naturalista en El buscón de Quevedo, el realismo y el utopismo (a la par) en el Quijote. Basta releer el discurso del hidalgo manchego a los cabreros para darse cuenta de que en él está sintetizada "toda la izquierda"...
Con este panorama, amigo Barrachina, bien sabes tú que amplios sectores del Partido Socialista Obrero Español, representados en las figuras de Alfonso Guerra (machadiano), Juan Carlos Rodríguez Ibarra, José Bono, Nicolás Redondo, y sobre todo, Rosa Díez y Gotzone Mora, asi como el mentado partido Unificación Comunista de España, y personas como Julio Anguita, del PCE, y Ciutadans de Catalunya, grupo éste con preponderancia de personas de izquierda que no están por la disgregación de España, o d´Espnya, que da lo mismo, pueden, con toda solemnidad, dignidad y justicia, ser considerados la Izquierda Española... incluso españolista.
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Fragmento de la película ¡Ay, Carmela!
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Fragamento de la película Soldados de Salamina
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Declaraciones de Xabier Arzallus y Julio Anguita
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Tuesday, October 24, 2006

Nicolás, que te vas...


Amigo Nico:
Permíteme este título, rimado, un poco jocoso y avisador. Ruego no veas en él otra cosa que el consejo de alguien que siempre procurará tu felicidad, el bienestar de España en general y el de Segorbe en partícular.
... ¡Piensa, pues, cojones, piensa!... ¡Reflexiona, Nicolás, no te precipites para hablar ni actuar, que la estás jodiendo un día sí y otro también!... Te me pones un pañuelo tricolor justo el día en que asiste a la entrada Paco Camps, un hombre que tiene cara de santo místico, democristiano y tolerante. No sé, yo me lo hubiera puesto, quizás, si el visitante fuese el Rey. O...(¡joder, cómo está el patio!), póntelo, pónselo, en plena concentración a uno de los del Foro de Ermua, o de los de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, por ejemplo, y entonces te detienes a explicarle que República no es ETA ni separatismo ni nada de lo que algunos tipos que tú y yo conocemos están haciendo creer. Pero, ¡leches!, al pobre Paco Camps, para qué le montas la escena... Ahí no estuviste acertado. Además, te dejaron solo.

Me vas perdonar el tono paternal, familiarmente irónico, que empleo, pero es que estás metiendo la pata hasta el corvejón y te vas a estrellar con todo el partido detrás. Bueno, todo, no; porque si bien te fijas, Manuel Sender (el más preparado intelectualmente) no suele entrar en las refriegas sin sentido ni identifica extrema izquierda con República, algo que está pasando en Segorbe (con ciertas dosis de veneno añadido que intentan repartir media docena de pelagatos) porque te están utilizando gentes de poca cultura y menos escrúpulos.

Si Manolo Sender no participa en estos torneos, deduce, piensa, reflexiona: por algo será... Hazme también caso y no recomiendes a los nacionalsindicalistas que activen Falange Española en la comarca, porque las esencias de ese partido, tú y yo las hemos mamado, con perdón, desde pequños y estos señores están bastante creciditos como para saber lo que tienen que hacer. Saben más política de lo que la mayoría piensa. Y no le hacen ningún trabajo sucio al Partido Popular...

Mira, Nicolás, oponerse a Calvo por sistema es muy mal idem. No resulta serio, ni ético, ni creíble, y, a la larga o a la corta, está abocado al fracaso. Has armado un cisco porque Rafael llegó tarde al certamen poético y homenaje a Carmen Sevilla (Carmen de España..., manola,/ Carmen de España..., valiente./ Carmen con bata de cola/ pero cristiana y decente...), quintaesencia de lo más genuinamente español (a mí me cautivó...) y resulta que, politcamente hablando, pactas o inspiras una coalición con elementos separatistas, anticastizos de lo genuinamente "español”. El señor Francisco Latorre se llevó una cornada en la corrida inaugural de la quimérica plaza de Segorbe (o Coliseo, ya sabes que Calvo nunca aceptará lo pequeño) porque en el domicilio de un familiar mío, al regusto de la paella, lanzó una filípica contra los que vamos a los toros (tú y yo hemos ido…, con entradas de la Diputación y no recuerdo bien si con Fabra en el callejón) y después le montó a Calvo una escandalera por no tener a punto la plaza de toros. ¡Coño, Nicolás, con la Carmen de España estás haciendo lo mismo!... Yo no sé quién te aconseja, pero si lo hace, lo hace mal. Y si no te aconseja nadie, tú solo lo haces peor.

… Y que no me vengan después "doctores" en filología hispánica diciendo que utilizo una escritura encriptada. ¡Que, no, coño, que no!… Este hombre, el alcalde, claro, Calvo, estuvo esperando a doña Carmen en el Ayuntamiento desde las cinco. Casó a unos ciudadanos a eso de las seis y, luego, llegó a la tribuna del Auditorio, esperando acceder a ella cuando dejara de hablar Alicia de Miguel, me parece. Había presidido ya una sesión de trabajo sobre el cultivo del olivo, donde te esperaron y no acudiste... Y tampoco estuviste con los Romeros de la Cueva Santa, que te reservaban cubierto. Después, resultó que Calvo, ¡oh, sorpresa!, como mi hijo, estuvo en el concierto de Bruce Springsteen, del cual te adjunto un vídeo para que veas que sus temas son los de la marginación y el desamor en EEUU... y en todas partes:. Vamos, lo que se dice "todo un rojo", que por eso le gusta tanto a la ministra de Culura, Carmen Calvo. ("Cuidado, Juan, ni tanto ni tan calvo", me lo digo yo mismo; conste).

Nicolás, no seas tonto. Redacta un programa y explícale al censo electoral, o al pueblo (que es vocablo más republicano) cómo y en qué medida se puede aplicar. Si no haces eso, te votarán unos cuantos resentidos de colmillo retorcido, pero la debacle la tienes asegurada… Y si no te gusta el consejo, da igual, entretente viendo y escuchado Las calles de Filadelfia, del Springsteen. Y no confundas izquierda con república, pobres con ricos, las canciones y modos españolistas de los seguidores de Carmen Sevilla con los desaires e insultos de los de Carod Rovira. El culo con las témporas ya sé que no lo vas a confundir.
Salud y República..

Un abrazo. Juan E. Sanchis
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Wednesday, October 18, 2006

Los cuervos



“Cría cuervos y te sacarán los ojos”, dice el refrán… Y es cierto: ya me han sacado uno e intentan sacarme el otro y dejarme ciego absoluto. Lo sé. En este país los cuervos son cuervos cumplidores, no pajarracos pseudoheráldicos, como los de la Torre de Londres. Los cuervos españoles son auténticos, porque si los de la torre londinense se largaran, el Reino Unido seguiría siendo reino y estando unido, pero España sin los cuervos, grajos y urracas, es posible que ya no fuera ni España ni nada, tal es el arraigo de estos bichos en el paisaje y entre el paisanaje.

Sin embargo, yo sigo impertérrito, con el ojo avizor que me han dejado, el lento transcurrir de Cría cuervos, la película de Carlos Saura, mil veces vista, mil veces recordada y mil veces meditada… Una niña (Ana Torrent) vive presa de las memorias de su infancia: un padre militar y sus queridas, una madre que muere sin misericordia de Dios, unos primos, una música perfecta del Perales que, machaconamente, pregunta “¿por qué te vas?, ¿ por qué te vas?”…

Y ¿dónde están los cuervos en la película? Pues no lo sé… En ninguna parte, por eso están en todas. Le ocurre a esta obra (genial y triste) como a Un perro andaluz, de Luis Buñuel, que ni sale el perro aparece el andaluz, pero si sale una navaja que corta un ojo, como queriendo ser cuervo quirúrgico, barbero y misterioso escalofrío. Pero las niñas de la peli bailan torpemente el tema musical, como presintiendo la vaciedad del futuro y la nada de la vida.

…Yo también criaba cuervos a esas edades. A “esas edades” le pedí a mi padre la cámara fotográfica (una Fawell, siempre la recordaré) porque ya tenía inquietudes periodísticas. Mi padre siempre fue mi futuro absoluto. Y tenía también un tío, jefe de estación, y, como enfatizando, otra vez jefe local del Movimiento y alcalde. Era una buena persona que me hacia muchos juegos y me dejaba cambiar las agujas del tren, algo maravilloso, porque nadie puede imaginarse la sensación de poder que da el hecho de imponerle las vías al tren: es como mandar en los destinos… También es verdad que algunos familiares ya se iban muriendo, y yo me preguntaba por qué.... y siempre pensaba que a mí me faltaba una eternidad para morirme.

Después llegó Dorita; Dorita Bataller Andreu…, niña/novia. Y los cuervos que me han sacado el ojo ya me rondaban. A Dorita la vi hace seis años, en el cementerio, cuando enterraba a mi padre. No podía ser de otra manera. Y se alegró mucho, dentro de lo que se pueden alegrar dos que fueron nuños/novios en un cementerio. En fin, todo se cierra, ya digo. Nadie se va de este mundo ni un minuto antes ni después de cuando debe, como decía poco antes de morir mi maestro, don Camilo José Cela.

Muchas veces, algunas veces, por causalidad, suena en cualquier aparato de radio o televisión, el Por qué te vas de Jeanette/Perales. Y la música y la propia Jeannette, que siempre me ha tenido seducido, porque igual resulta que es Dorita disfrazada, encantada como Dulcinea, me lleva otra vez a la escena de las niñas bailando a solas, como cuando mi prima María Ángeles me enseñaba (nunca aprendí del todo) a dar unos pasitos por si acaso íbamos a la verbena… Es decir, si veo la película (mientras recuerdo) escucho a Jeannette; y si escucho a Jeannette (mientras recuerdo) veo la película.

… Pero los cuervos me esperan.. Son inmortales. Ningún caso de peste aviar entre ellos: sólo mueren los cisnes y los pollos baratos de los chinos; los córvidos, como son muerte, resultan inmunes a la muerte.

En un certamen de poesía (el de la CEAM, de Segorbe, año 1998) me dieron un premio, creo que fue el de ganador, José Luis Moreno y Rafael Calvo… José Luis Moreno tiene un cuervo amigo y filósofo, Rockfeller, que me lo cuenta todo y me avisa de las intenciones de los otros cuervos. Y yo le chivo a Rafael Calvo lo que hacen los cuervos de las cercanías y por dónde duermen. Siempre es bueno tener un cuervo amigo… Sin embargo, a mis 54 años, sigo preguntándole a una muchacha que todavía no sé quién es: “¿por qué te vas?”…
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Tuesday, October 03, 2006

Quique, Amparo y "Gabo" de invitado...



“Si supiera que hoy fuera la última vez que te voy a ver dormir, te abrazaría fuertemente y rezaría al Señor para poder ser el guardián de tu alma”, esta cita figura entre muchas del mismo autor (Gabriel García Márquez, “Gabo” para amigos y enemigos), en el reverso del tarjetón del menú de la cena de la boda de Quique y Amparo. Viene a ser la contraportada trascendente, el reverso más callado y discreto, por prudente, de la paletilla de cordero lechal; el regusto marino que, dentro de cien años, la Soledad volverá a descubrir en las ajadas letras de las cigalitas salteadas con ajetes.

He estado, como la mayoría de los contribuyentes, en muchas bodas: En todas ellas la novia ha partido la tarta con un espadón, le han cortado de un tijeretazo la corbata al novio, y la gente ha pedido con insistencia que se besaran los padrinos. Pero esta vez todo ha discurrido como hecho a mi gusto y propósito. Como si algo, no sé exactamente qué, me estuviara esperando. Tan es así que, incluso antes de que descubriera la literatura de “Gabo” en la cara oculta de la incipiente luna de miel, percibí en el ambiente un cierto aire sureño/caribeño, dulzón, pegajoso y guayabero, como entre el del profundo sur de Faulkner y el de La Hojarasca gabrielesca. Un aire costeño como el que el escritor arrastraba cuando escribía en El Heraldo de Barranquilla su columna La jirafa, una "fuente larga", de cuello animal y africano, medianamente alta de mirada, porque la excesiva altura no permite la visión mágica de lo real.

Quique y Amparo se han casado, pues, con el regalo inaudito de los Cien años de soledad y con el romanticismo determinante de El amor en tiempos del cólera. Lo suyo jamás puede ser vulgar, y, aunque sea para bien, está abocado a ser literatura, porque lo es desde el momento en que consideraron que G. Márquez, el costeño triste y meditabundo de las tardías ninfas meretrices, era el invitado de honor… Nada les puede salir mal, porque ya parten del hecho, consumado y asumido, de que el coronel Aureliano Buendía “promovió treinta y dos guerras civiles y las perdió todas”… Empezar la carrera sabiendo de antemano que perder puede ser ganar, ya supone una ventaja.

Cada uno se casa con quien quiere, con quien puede o con quien le dejan, pero como dice “Gabo” en mentado amor en tiempos del cólera: “... Otra cosa bien distinta habría sido la vida para ambos, de haber sabido a tiempo que era más fácil sortear las grandes catástrofes matrimoniales que las miserias minúsculas de cada día. Pero si algo aprendieron juntos es que la sabiduría llega cuando ya no sirve para nada”.

En fin, Amparo y Quique pueden cerrar unos cien años de soledad, pueden estar en el año cincuenta de otros cien años de soledad, pero pueden también desflorar el primero de otros cien años de soledad, porque todas las sagas empiezan en algún punto o terminan en algún punto… Es la vida la que continúa. También la muerte es vida que cuando da opción a otras vidas… Casarse es la vida, casarse es el fluir, el devenir, el resistir...: el convivir. Yo conozco a Quique desde sus primeros años, y con su padre, ora en la mesa, ora en la lumbre, ora en el campo, charlé asuntos sencillos por fundamentales... La boda de Quique y Amparo, de Amparo y Quique, será recordada por la más literaria de cuantas he visto y vivido: todo tenía sabor, textura, color de novela romántica: el vestido de María Pilar, el de Amparo, los mariachis, un algo tardocolonial de principios de siglo, y lo que no podía faltar porque siempre está, digamos, escrito lo que se tiene que escribir:

Quique pasó una película corta (naturalmente) de lo que ha sido su vida: fotogramas familiares, de infancia y adolescencia, de recuerdos indelebles que ya pesan. Porque es a lo largo de esos años cuando todo se perfila, todo se forja y condiciona, incluso el hallazgo de Amparo, evidentemente escrita en su destino.

Es decir, que los recién casados inauguran su novela con los sólidos fundamentos de la gran literatura. El invitado de honor (Gabriel García Márquez) me dijo Amparo que lo fue gracias a su voluntad. Algo verdaderamente genial. Ningún matrimonio puede comenzar mejor. Ningún inicio puede superar al suyo en coherencia, porque es un "inicio" enlaza con el "final" de los cien años..., pues como escribió el maestro, "las estirpes condenadas a cien años de soledad no tenían una segunda oportunidad sobre la tierra"

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