Thursday, September 21, 2006

Peris Panach: el tiempo recuperado



José Peris Panach es un hombre esencial en cuanto hombre; es decir: doblemente hombre, por hombre y por gran pintor. A José Peris Panach le presiento cierta añoranza por un tiempo pasado que tal vez no fuera feliz, pero que era de más calidad del que vivimos. La luz era más luz y el perro meditaba sobre el ser y el tiempo con los mismos rigores que Bergson y Heidegger aunque en un corral mediodiero de nuestro Alto Palanacia..


José Peris Panach atiende y dialologa mientras pinta, con el telefóno móvil agarrado con misterio en el oído:


- ¿Sabes?

- ¿Qué?-

-Esa escena la tengo como vista, soñada o anhelada en mi desiderátum realista/impresionista, una cosa rara que nadie hace. ¿Es posible que Horas de siesta suponga un acercamiento encontrado a mi realidad perdida? Los otros cuadros, los que llevo vistos, son de una policromía exultante, fuerte, rica, barroca, mediterránea, vital, que tal vez nos pasa inadvertida por ser como de la familia. como de la tierra y de la intrahistoria. Pero son obras que se alejan del costumbrismo estatuario, quieto, rígido, por asumido... La sensación de lento moviemiento de la vida la le da la serenidad de los patios en esas horas taimadamente amatorias de la siesta...

- No vas mal… Una vez compararon mi pintura a la literatura de Azorín, y me llenó e satisfacción.

- A mi modo de ver, por ser de más vivacidad y y no esterparia, como la estética azoriniana, yo la asimilaria, más bien, a la prosa de Gabriel Miró.

- Pues, la verdad es que no había pensado en él, pero tal vez, tal vez...

- Es que hay algo de Sorolla, quizá la luz, pero no se diluyen los colores en el éter, se concretan en un hiperrealismo que no es como el de Antonio López, asfáltico, urbano y madrileño, de Gran Via… Yo diría... que es quietista y observador (o absorvedor) de las horas singulares del verano… La verdad es que busco referencias en Segrelles, en Pinazo, en Muñoz Degrain, incluso en el Equipo Crónica, por valencianismo, no por compromiso social, pero dando por hecha mi cortedad en estos temas, y no las encuentro … Y sé que todos los que escribimos o pintamos nos fijamos en alguien, siempre hay un maestro principal y varios securndarios...

- Mi mayor y más apreciado maestro fue mi padre: Peris Aragó. Ya sabes, entonces la escuela sorollista se imponía. Por esa vía, es posible que reciba algún influjo, sí, es posible… Pero yo soy yo.

-Eso es más que evidente.


En otros honrados ciudadanos, además de sus yos, están sus cirucunstancias. En el caso de Peris Panach sus circunstancias son pinturas potenciales. Unas pinturas donde la presencia del perro, siempre meditabundo, estoico, hierático, sabedor de su destino, serenamente rebelde por el magisterio de su pose, es obsesiva. No se aprecia predilección de razas, pero yo diría que es un tanto aficionado a los mestizos propios de la tierra. La hora de la siesta es la hora con perro en el corral para Panach...: Peris Panch


Llevo varios días y mediodias, con sus noches y alboradas, desvelado en las horas de la siesta de sus cuadros. Escucho el zumbido de los moscardones, espío las precauciones del gorrión, me llegan los silbos inorquestdos de unos abejarucos que están pero no se ven, y zurean los palomos en de su prisión de alambre hexagonado. No hay personas porque sobran: la Humanidad está representada por el perro, mucho más racional y sabedor de la verdad, de la mentira y del arte.


Hay un verismo soñado en la pintura de Panach (Peris) ; una poética del ser en la retina, una mano de Dios en la paleta que no sólo es goce de mi ser en este encuentro. No sólo es mío porque, mientras él pinta atendiendo llamadas que le quieren, invito a todos los seres conscientes del hecho continudado de vivir a descansar a la sombra de las parras, a sosegarse en la paz de estas luces, en la quietud de estas siestas, a pensarse en las miradas de estos perros... A no alajarse nunca de la pintura valenciana del Palancia

Friday, September 15, 2006

La Libertad y Granell en "La fuente Larga"




Domingo Granell es un mocetón de Algimia de Almonacid que canta por vocación, y además lo hace a la libertad, emulando al Nino Bravo de mi juventud dorada que se fue para no volver. Por eso ahora lloro sin querer...

... En fin, Domingo Granell es posible que no tenga todavía un estilo depurado, pero lo tendrá… Uno sabe que escribe bien cuando, leyendo páginas pasadas, se da cuenta de que escribía mal. Todo es perfectible y nunca nada debe dejarse de corregir. Hay, pues, que depurar, pero rendirse, jamás…

Yo voy a insertar, un día sí y otro también, poco a poco, los temas que canta Domingo Granell, porque, entre otras cosas, es un algimiano bueno, amigo y amigo de mis amigos. Y aquí estamos para ayudarnos.

Escuchando la libre interpretación que hace de la libre canción del fallecido Nino (todo un tipo de cantante macho, como Bruno Lomas) se me viene a la cabeza, por contrapunto, no doloso, de la libertad comunista de Miguel Hernández, el cuadro de Delacroix La libertad guiando al pueblo, obra panegírica de las Tres jornadas gloriosas que, en la Francia de 1830, derrocaron a Carlos X y entronizaron a Luis Felipe de Orleáns, un rey republicano, ya ven, quizá el primero...
Delacroix fue un romántico que, como todos los del XIX , asoció la libertad al conjunto de valores inherentes a una nación. No en balde la nación española, única e indivisible, es heredera de la Constitución, liberal y gaditana, de 1812.

Ser libre no crean ustedes que es una cosa imposible… Decía Unamuno que “sólo canta a la libertad el esclavo, el pobre esclavo”. Y tenía razón, porque, parafraseando esta vez a Hölderlin ("Cisne Negro “), decimos: "¿el decreto de un tirano haría retroceder las olas del mar?”. Y respondemos que no; evidentemente no haría retocerder las olas del mar. No puede ningún cacique evitar la acción innata de pensar. Lo que ocurre, es que el pensar es el resultado de una serie de reacciones bioquímicas cerebrales que dan lo que dan porque no pueden dar cosa diferente. Bajo esta premisa, marxista y determinista, la libertad no existiria. El libre albedrío sería una entelequia, los jueces sobrarían porque nadie podría culpabilizar a nadie de hechos irremediables...Y lo malo, y lo peor, es que tal vez la tésis sea cierta. Basta pensar en la cantidad de sucesos que se han tenido que producir en la historia del la humanidad (fenómenos naturales inclusive) como para que ustedes mismos estén ahora leyendo La fuente Larga.

Nadie puede responder a esto… Los psiquiatras, más estudiosos del cogote/máquina que los psicólogos, saben que el asunto está asi y que, en última instancia, la libertad es una quimera, objeto de pasados enfrentamientos entre Martín Lutero y Erasmo de Rotterdam.

… Pero los planteamientos neokantianos que Ortega introdujo en España, basados en el valor de la voluntad (también recogidos por Azorín en novela del mismo título (La voluntad) eran ya asunto digerido y más que asumido por Miguel de Cervantes, de ahí que don Quijote, vencido, le diga a Sancho Panza: “Me lo podrán quitar todo, menos la voluntad”… Y en ello estamos...

Entonces, amigo Granell, tú que cantas a la libertad difunta de Nino Bravo, no hagas caso de nadie, sigue tu camino y fracasa; si es preciso, fracasa en el empeño, pero no te dejes acogotar por nadie. Además, como decía Kavafis, vayas donde vayas, ten simpre a Itaca en la memoria… Es preferible estar de camino hacia algo que quedarse viendo pasar trenes... En una escena de la película Zorba el Griego, el protagonista (Anthony Queen) después de ver cómo se le desploma, con efecto dominó, todo un tingado de postes, rampas, maderos y sogas pendulares que había diseñado para que troncos aserrados bajasen del monte por su propio peso, haciendo gala de ser legatario de unos antepasdos que originaron la Cultura, riendo, exclama: "¡Qué fracaso tan grandioso!"...

… De ahí que, para sobreponerse a estos derribos, si es que acontecen, sea imprescindible, otra vez, aplicar un aforismo de Ortega, que viene a decir que "la imaginación es el poder liberador del hombre". O sea, amigo Granell, canta Libre que yo te escucho. Y otros también. Los que tenemos imaginación te escuchamos.

Domingo Granell interpreta "Libre", de Nino Bravo:

http://granell-music.com/HTMLobj-252/4_Libre_-_Granell.mp3

Friday, September 08, 2006

¡A galopar! ¡A galopar!... España entera está en Segorbe


Siempre que acudo a la entrada y veo lanzarse en apasionada y visceral carrera toros y caballos, hombres y espiríitus, fieras y soles, por la calle de Colón (que es calle de especial Hispanidad) me viene a la memoria más sensible el poema de Rafael Alberti ¡A galopar!… En cierta ocasión, una desgraciada que no quiero nombrar, censuró un mensaje político republicano porque, según decía, eran demasiadas las veces que aparecía la palabra “España”… Y la muy cretina decía estas cosas bajo un cartel alegórico de Rafael Alberti donde se leían los primeros versos de ¡A galopar!… Un poco más allá, en la misma pared, estaba el Guernica, paradigmático cuadro de Picasso donde un toro y un caballo medita uno y relincha otro el drama de España.
Ya no volví a juntarme, por despreciable, con semejante e indocumentada gente. Porque los de este colectivo no eran republicanos españoles, sino sencillos analfabetos, ignorantes de la grandiosidad humanista de nuestra cultura.
En las entradas de toros y caballos de Segorbe, de arraigo medieval, está toda la esencia de España… No me voy a extender… Es fiesta… La gran fiesta internacional, universal, ya reconocida… Es la gran metáfora de paso fugaz y misterioso, como la vida que pasa en una breve carrera, como la relatividad del tiempo, como la brevedad de la belleza... Es hora de vibrar con las palabras desgarradas del poeta…: ¡Las tierras, las tierras, las tierras de España… Las grandes, las solas desiertas llanuras…
Vamos, pues, a galopar, a galopar a lomos de Babieca, de Rocinante, de Clavileño y hasta del caballo blanco de Santiago. Segorbe está de fiesta para España… y el mundo nos contempla…
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Poema ¡A galopar!, de Rafael Alberti (versión de Paco Ibáñez)