NO ESTAMOS LOCOS.- Al Cesar de Roma lo enaltecieron, ensalzaron, exaltaron, engrandecieron, elevaron, realzaron, honraron, encomiaron, elogiaron, alabaron, encarecieron, ponderaron, celebraron, ennoblecieron, encumbraron, glorificaron y divinizaron. Andando el tiempo, y vista su actitud con los que le enaltecieron, ensalzaron, exaltaron, engrandecieron, elevaron, realzaron, honraron, encomiaron, elogiaron, alabaron, encarecieron, ponderaron, celebraron, ennoblecieron, encumbraron, glorificaron y divinizaron, ellos mismos lo rebajaron, vituperaron, destruyeron, empequeñecieron, deshonraron, denostaron, criticaron, despreciaron, rechazaron, abominaron, informaron y como todos sabemos, lo… Tomen nota los césares de nuestro tiempo. BT (Benjamín Torres Aucejo)
El señor Torres Aucejo, don Benjamín, en la pasada edición del periódico Escavia Información, nos hizo una demostración del amplio elenco de sinónimos verbales con los que, según él, trataron (cabe suponer que los romanos) “al César de Roma”. Pero, una de dos: o el señor Aucejo escribió este sofisma como larvada crítica a alguien relevante de la ciudadanía segorbina, o el señor Torres Aucejo sabe menos que nadie de la historia de Roma. Modestamente, desde mi cortedad historiográfica, le recomiendo la lectura de Theodor Momsen o, la más ligera, de Indro Montanelli, porque, seriamente hablando, cuando se refiere de manera vaga pero pretendiendo explicarnos algo que pasó hace dos mil y pico de años, ¿a quién señala?: ¿A Julio César o a cualquiera de los emperadores posteriores a éste que por omisión de las palabras “rey” o “dictador”, utilizaron también, en memoria del difunto don Julio, el sustantivo “césar”?
A mí me parece que en una próxima edición debería acabar la tesis y explicarnos exactamente a quién se refería o sigue reifiriéndose. Uno de los motivos por los cuales, alguna persona cercana al Escavia, dijo en su día que a mi me tiraron, fue porque, repito, alegaba que mis columnas eran demasiado enigmáticas para entenderlas el común de los mortales. Algo absolutamnte despreciable, porque podrían ser más buenas o más malas, pero resulta denigrante escribir de manera forzadamente simple, puesto que presupone que los ciudadanos del Alto Palancia son tontos y hay que tratarlos como tales. Esto sí es denigrante.
Por otra parte, y siguiendo la línea editorial de mi ex periódico, cabe suponer que era una larvada advertencia a Rafael Calvo, cuyo defenestramiento persigue el rotativo porque el actual acalde molesta a determinados caciques de toda la vida. El Escavia no es un periódico “de izquierdas”, como se hace pregonar. ¿Cómo puede ser un periódico “de izquierdas” financiándose (en la parte que le corresponda) del entramado publicitario mercantil-inmobiliario? … La cosa cae por su peso. Escavia Información es un periódico de cierto sector de la derecha empeñada en hacer desaparecer (políticamente hablando) a Rafael Calvo. Si la finalidad de la pequeña nota de Aucejo (curiosamente amparada como minicolumna llamada No estamos locos, tendría que añadir, “sabemos lo que queremos” y hacérnoslo saber) es insinuar que el alcalde es como Julio César, debería ponerlo en claro y no en "raro", como decía el pobre Gila.
Pero viene a ser el caso que el Sr. Alcalde si tiene, en realidad, algunos rasgos propios de Julio César. Porque Julio César era el populismo, la democracia directa, la izquierda romana, de algún modo legataria de los Gracos (un denario conmemoraba la rebelión de éstos).. Julio César sabía que sus enemigos lo criticaban con odio, saña y gran inquina. Y tal vez hasta le gustaba, porque cuentan que le hacían mucha gracia los chistes que sobre él circulaban por Roma. Una legión de mediocres capitaneada por Casio, y auspiciada en parte por Cicerón, que, ante su cadáver, tomó miedo y no atrevió a pronunciar palabra, facilitó que Bruto (su propio hijo) lo matara junto con otros, so pretexto de que estaba socavando el derechista orden republicano.
… Esto ocurrió en los llamados Idus de marzo (los días 15 de cada mes era llamados idus). Durante la cena de la noche anterior, Calpurnia ya le avisó de que había tenido un sueño en el que veía su cadáver cubierto de sangre. César no hizo caso. Uno de los conjurados se lo llevó de casa antes de que un ciudadano pudiera avisarle del complot que se había urdido. De camino al senado, un vidente le dijo: “Ten cuidado, César, con los idus de marzo”. Y Cesar respondió: “Ya estamos en ellos”. A lo que el voluntarioso vidente replicó: "estamos, pero no han pasado”.
El señor Torres Aucejo, don Benjamín, en la pasada edición del periódico Escavia Información, nos hizo una demostración del amplio elenco de sinónimos verbales con los que, según él, trataron (cabe suponer que los romanos) “al César de Roma”. Pero, una de dos: o el señor Aucejo escribió este sofisma como larvada crítica a alguien relevante de la ciudadanía segorbina, o el señor Torres Aucejo sabe menos que nadie de la historia de Roma. Modestamente, desde mi cortedad historiográfica, le recomiendo la lectura de Theodor Momsen o, la más ligera, de Indro Montanelli, porque, seriamente hablando, cuando se refiere de manera vaga pero pretendiendo explicarnos algo que pasó hace dos mil y pico de años, ¿a quién señala?: ¿A Julio César o a cualquiera de los emperadores posteriores a éste que por omisión de las palabras “rey” o “dictador”, utilizaron también, en memoria del difunto don Julio, el sustantivo “césar”?
A mí me parece que en una próxima edición debería acabar la tesis y explicarnos exactamente a quién se refería o sigue reifiriéndose. Uno de los motivos por los cuales, alguna persona cercana al Escavia, dijo en su día que a mi me tiraron, fue porque, repito, alegaba que mis columnas eran demasiado enigmáticas para entenderlas el común de los mortales. Algo absolutamnte despreciable, porque podrían ser más buenas o más malas, pero resulta denigrante escribir de manera forzadamente simple, puesto que presupone que los ciudadanos del Alto Palancia son tontos y hay que tratarlos como tales. Esto sí es denigrante.
Por otra parte, y siguiendo la línea editorial de mi ex periódico, cabe suponer que era una larvada advertencia a Rafael Calvo, cuyo defenestramiento persigue el rotativo porque el actual acalde molesta a determinados caciques de toda la vida. El Escavia no es un periódico “de izquierdas”, como se hace pregonar. ¿Cómo puede ser un periódico “de izquierdas” financiándose (en la parte que le corresponda) del entramado publicitario mercantil-inmobiliario? … La cosa cae por su peso. Escavia Información es un periódico de cierto sector de la derecha empeñada en hacer desaparecer (políticamente hablando) a Rafael Calvo. Si la finalidad de la pequeña nota de Aucejo (curiosamente amparada como minicolumna llamada No estamos locos, tendría que añadir, “sabemos lo que queremos” y hacérnoslo saber) es insinuar que el alcalde es como Julio César, debería ponerlo en claro y no en "raro", como decía el pobre Gila.
Pero viene a ser el caso que el Sr. Alcalde si tiene, en realidad, algunos rasgos propios de Julio César. Porque Julio César era el populismo, la democracia directa, la izquierda romana, de algún modo legataria de los Gracos (un denario conmemoraba la rebelión de éstos).. Julio César sabía que sus enemigos lo criticaban con odio, saña y gran inquina. Y tal vez hasta le gustaba, porque cuentan que le hacían mucha gracia los chistes que sobre él circulaban por Roma. Una legión de mediocres capitaneada por Casio, y auspiciada en parte por Cicerón, que, ante su cadáver, tomó miedo y no atrevió a pronunciar palabra, facilitó que Bruto (su propio hijo) lo matara junto con otros, so pretexto de que estaba socavando el derechista orden republicano.
… Esto ocurrió en los llamados Idus de marzo (los días 15 de cada mes era llamados idus). Durante la cena de la noche anterior, Calpurnia ya le avisó de que había tenido un sueño en el que veía su cadáver cubierto de sangre. César no hizo caso. Uno de los conjurados se lo llevó de casa antes de que un ciudadano pudiera avisarle del complot que se había urdido. De camino al senado, un vidente le dijo: “Ten cuidado, César, con los idus de marzo”. Y Cesar respondió: “Ya estamos en ellos”. A lo que el voluntarioso vidente replicó: "estamos, pero no han pasado”.
... Antes de entrar al Senado, otro ciudadano se le acercó y le entregó un pergamino demunciador de la conjura; pero César no lo abrió, creyendo que era una de la las múltiples peticiones que diariamente recibía. Muerto ya, a los pies de la estatua de Pompeyo, aún lo conservaba entre las manos. El único que podría haber hecho algo por él, Marco Antonio, había sido retenido con anterioridad, y después colaboró, bien que de mala gana, fozado por las circunstancias, con los conspiradores. Pero, cuando se abrió el testamento de Julio César se escuchó con asombro que, además de tres sobrinos, todo ciudadano de Roma recibía una pequeña parte de esa herencia; porque es que, como ya he dicho, César era la izquierda.
Yo, pienso, que estas cosas las tenía que haber referenciando el señor Torres Aucejo en su columna acreditativa de que no está loco… Pero que no se confunda, porque aquí todos sabemos que él, de relumbrante y aparatosa vida social, también pretende ser Juilio César. Sin embargo, nunca lo logrará, porque le falta temple y arte político...: urde planes, pero nada más: no puede pasar de Casio… Está en todos los guisados conspiratorios de la ciudad y en todos los medios. ¿Alguien cree que filantrópicamente?... Además: ¿qué aporta? … Nada. Sale en TV Canal, presenta eventos en el teatro, y ejerce un extraño protectorado sobre Escavia Información… Es decir, que (política e informativamente hablando) tampoco sería descabellado que tuviese cuidado con los próximos idus de marzo.
Discurso de Bruto defendiendo el orden conservador republicano
Discurso de Marco Antonio defendiendo el izquierdismo de Julio César
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