
"Disen”que ha “aparecido” una nueva clase de bicho raro en estas tierras y que ya se ha catalogau” como el reporterus-reponedorum u lo que es lo mismo, reportero-reponedor, “pa” entendernos… Nos han “comentau” quienes “s´han” “topau” con el “espsimen” que más vale la pena “inorarlo”, aunque avisan a la autoridad competente que no se lo dejen de lau, porque es un pájaro de los de mal agüero y “hase” más males que un puerco suelto…
Noelia, cabe suponer que, de tanto y tanto actuar últimamente como mantenedora de fiestas en municipios gobernados por el PSOE (siempre fraternal con el proletariado... ) es posible que haya olvidado que que para mantener hay que reponer. Veamos lo que dice el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española:
Reponer: 1) Volver a poner, constituir, colocar a alguien o algo en su empleo, lugar o estado que antes tenía. 2) Reemplazar lo que falta o lo que se había sacado de alguna parte.
Digo que "es posible" porque ella no tuvo ningún reparo en reponer, a morro, líquidos en su función de mantenedora de las fiestas de Soneja. Y yo, como tengo muchos muchos amigos reponedores y reporteros, me solidarizo con ellos. La cosa no tiene vuelta de hoja; aunque trato de comprender los odios de Noelia. De hecho, de oficio, de obligación profesional, el reportero lo único que hace es reponer los hechos en negro sobre blanco. Luego, darse en la misma persona los dos oficios no creo que sea objeto de ironía ramplona y tirando a paleta, porque al tal Rolde en cuestión, entre otras cosas, le sobran unos modismos que ya no se utilizan en en la comarca. Nadie habla así.

Debería Noelia preguntarse por quién la repone a ella y si el reponedor que la repone es reponible también, inamovible o no, porque como decía Heráclito, todo muta, todo fluye, y nadie se baña dos veces en el mismo río.
La periodista va reponiendo, pues, reinas de fiestas y damas de honor, va leyendo loas y ditirambos a las glorias pasadas de los pueblos vinculados a la comandancia de Blanquerías, pero, a pesar de tanta profesionalidad y tanto humo de virutas, y de decir que es mejor ignorarlo, ha ido a descargar su ira (¡menos mal que es socialista!...) con un honrado trabajador cuyo único pecado es practicar el periodismo amateur. Y claro, el agravio comparativo salta a la vista, porque amateur es también el señor señor Aucejo y no le aplica la metáfora del puerco suelto, quizá con mayor motivo..., por el trabajo que da, evidentemente...

En fin, yo quisiera comprender los artículos de Noelia, quisiera verla atreviese a publicar el nombre del reponedor o el de Rafael Calvo y otros del Ayuntamiento cuando habla de los que partieron la Mancomunidad, "desmembaran la solidaridad comarcal", siembran el odio, la peste, la cólera y la ira... etc. (la cursiva es mía). Yo, por lo menos, en aquellos tiempos, dije al alcalde lo que le tenía que decir sin tapujos ni medias tintas.
Empero han estado divulgando que escribo cosas ininteligibles. Sin embargo, soy yo el que no entiende al Aucejo, no al Valdeolivas, ni menos aún, a ella, a doña Noelia... Y créanme si les digo que me esfuerzo, y me angustio de que mi cerebro no dé más de sí... Muchas noches me pongo los auriculares para escucar su nombre, líricamente cantado por mi amigo Granell, el joven cantante de Algimia que sigue a Nino Bravo. Y ni por ésas...: ni por el reponedor, ni por el puerco suelto, logro entenderla. Palabra; de honor, claro.
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Granell canta "Noelia"
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