Thursday, August 09, 2007

Vall de Almonacid - París: la odisea en vespino de Valentín Salvador


No se sabe del todo cierto qué impulsa a un hombre, o a una mujer, al ser humano, a la búsqueda del más difícil todavía, que es la regla de oro del circo, o qué extraños vericuetos tiene la mente para hacer sentir la necesidad del viaje… Es muy posible que el viaje sea un fin en sí mismo, una manera de entender la vida… Valentín Salvador, para ganarse el sustento, viaja todos los días, por oficio, en el bibliobus y lleva a los sedentarios la esencia misma de los viajes: desde la Odisea de Ulises, al mítico de Colón, desde los fantásticos de Julio Verne a los vagabundeos trascendentes de Don Quijote, de los Apeninos y los Andes, de niño Marco a la Alcarria de don Camilo...

Valentín Salvador es, pues, un hombre enismismado, observador y filósofo. Por llevar, lleva hasta la cuenta de hombres lobo censados en la comarca… “¡Valentín!” “¿Qué?” “Pocos hombres lobo se ven esta noche”… “No creas, los hay, lo que pasa es que no te fijas...”. Y en este plan… Lo digo porque hace unos meses que me crucé con él, fue una mañana en que iba dándole vueltas al pueblo con el vespino...: “Qué tal, cómo va?…” “Aquí estoy, probando la máquina… Pienso irme con ella a Paris…” .

Y, no es por presumir de amistad, pero a cualquier otro, seguramente el anuncio del viaje le hubiese motivado hacia la indiferencia (por lo disparatada de la idea) o hacia el acoso interrogativo, por considerarlo loco de atar. Yo me tomé la cosa sin altibajos: sabía que si llevaba la empresa entre ceja y ceja, sólo era cuestión de esperar que apareciera por los Campos Elíseos. Y apareció…


Ahora desciende las escaleras que dan acceso a su casa, en Vall de Almonacid, con la aureola cansina, la modesta vanidad y la mirada profunda de los viajeros legendarios...

JS.- Oye, ¿cuándo te dio la idea ésta de irte a Paris en vespino?
VS.- La idea la he tenido de siempre. En mi cabeza van dando vueltas una serie de ellas que, en su conjunto, yo llamo “el bombo de lotería”. Que aflore una u otra sólo depende de que se den o no las condiciones necesarias. Aún tengo pendiente ir a Nord Cap, al norte de Noruega, a una concentración de moteros…
JS.- Pero, ¿con este chisme?
VS.- Sí, claro, con “La Bella Durmiente”…
JS.- Comprendo: no es lo mismo ir con una harley que con un vespino…
VS.- No es un vespino, es “la vespino”… femenino: se llama “La Bella Durmiente”…
JS.- Ya , ya lo has dicho… Yo, también tengo plumas bautizadas…: "Ducinea", "Cibeles", "Fátima"... En fin, cosas mías... Oye: ¿este viaje tiene algún precedente?...
VS.- Si, ya en el 83 me fui a Gerona, a Riudellots de la Selva…

Valentín es un hombre cuya hospitalidad es similar a la de los beduinos... Cree que estaremos mejor dentro de la caravana que guarda en el garaje e insiste en que pasemos a su interior. Entramos en ella pero un fusible lo lleva a maltraer y la luz va y viene como en una discoteca, asi que optamos por unas sillas de camping en el univeso mágico, casi macondiano, de su taller.

VS.- … Salí el 16 de julio, a las 4 de la madrugada, y entré en París el 19, a las 14.30, por la Porte de Saint Claude, por Versalles… La entrada fue peligrosísima, porque los camiones me pasaban rozando… Era una sensación serenamente sublime: había superado una avería que casi dio al traste con todo: se me rompió el eje del amortiguador añadido que le inserté (el de la rueda trasera). Llevaba otro de recambio, pero cuando fui a cambiarlo no entraba en el anclaje. Tuve que hacer noche esperando que un tornero resolviera el problema…
JS.- ¿Dónde fue eso?
VS.- Eso ocurrió en La Bastide de Saint Pierre, a 750 Kms de París. Menos mal que di con mosieur Gilbert, el tornero, sin él no sé cómo me hubiera ido. Es difícil prever todo. La verdad es que lo resolvió en media hora. Yo me vi tan perdido que le dije a mi mujer (me seguía por rutas alternativas con el coche). “Kitty, la aventura termina aquí”…
JS.- ¿Qué sentiste al llegar a la torre Eiffel?
VS.- Es difícil de explicar. Respiré hondo y sentí como un poco de tristeza porque ya se acababa la aventura... Es difícil de explicar...
JS.- Cervantes siempre dijo que es mejor el camino a la posada…
VS.- Algo de eso hay; durante todos estos días he pensado mucho en el título de una novela que no he leído y que tampoco recuerdo quién es su autor…
JS.- ¿Qué título es ése?
VS.- “La soledad del corredor de fondo”…
JS.- Yo tampoco la he leído pero es de Vázquez Montalbán… Lo cierto es que en todo viaje se es siempre un solitario y en todo viaje cabe la posibilidad de la sorpresa…
VS.- A mí, en una zona en la que la carretera atravesaba un bosque, unas chicas muy majas y faldicortas me sonreían desde los arcenes…
JS.- Claro: putas... o sirenas… A Ulises se salieron al paso las sirenas y para no sucumbir a sus cantos y encantos se hizo atar al palo mayor de la embarcación…
VS.- A mí no me hizo falta. Además, mi mujer, ya sabes, circulaba en paralelo..
JS.- Debiste tener momentos de abatimiento, porque 15 horas sentado en el sillín de un vespino no son fáciles de digerir…
VS.- En Orleanas, tuve un lapsus de absoluto cansancio… Detuve la moto y me eché a dormir en el césped. La "cabezadita" duró una hora, pero que fue absolutamente reparadora. Me dejó nuevo.
JS.- Le tendrás ya un cariño especial a la vespino, de por vida…
VS.- Pues sí, resulta todo muy entrañable: el cilindro y el pistón me los vendió José Marín Santafé. Me dijo “llévatelos”, y aún se los debo… La moto la compré de segunda mano, me costó 11.000 pesetas, ya ves… Y como llevaba muchos años durmiendo en un rincón, di en llamarla “La Bella Durmiente”…
JS:- La verdad es que tiene un nombre poético, trascendente … y apropiado.

Valentín nos muestra (llegó L.J. Simón) una especie de navegador, o GPS, prodigioso que sabe hasta los gatos que hay en las cunetas, todo vía satélite... Y dice que si no hubuiese sido por ese trasto no lo hubiera conseguido. Algo que dudamos, porque siempre quedan las estrellas.

VS.- … el viaje de vuelta fue más relajado…: Andorra-Lleida; Lleida-Tarragona; Tarragonra, Tortosa, San Mateo, Villafamés… Onda, y … Vall de Almonacid.
JS.- Gran recibimiento…
VS.- Hombre, sí. La verdad es que estoy orgulloso de mi pueblo. El alcalde me dio una camiseta con el escudo y con él he alcanzado el corazón de Europa. También quiero darle las gracias al Motoclub de Segorbe, porque se volcó en la organización. No faltó nada.

Valentín llegó, pues, como pueden ver, con su vespino y un escudo de la Vall de Almoacid, a los pilares de la torre Eiffel, donde
Europa se afianza... En la segunda plataforma del pilar sur se encuentra el restaurante "Julio Verne", en honor del más prodigioso viajero de la imaginación. Yo siempre he creído que las casualidades no existen.

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El protagonista de esta entrevista desea manifestar su agradecimiento a …:
www.moclova.com
www.vespinos.net
www.forovespinos.com (dentro de “General”, buscar “Viaje a París en Vespino”)

2 comments:

Esdrujulo said...

Como la flor aun marchita y destruida deja su perfume donde estuvo encerrada, así la persona virtuosa, aun muerta, deja su recuerdo entre aquellos que le rodearon.

Descansa en paz Juan

PUBG Lover said...

Exactly, you're very kind of us about comment!. fuente de cibeles