Tuesday, August 29, 2006

La lista

Monday, July 10, 2006

Un determinado número de individuos (tal vez sea uno solo, enfatizado y dialéctico, pero que se multiplica como las células, las avispas y los roedores, o como los heterónimos de Fernando Pessoa, pero en plan cafre), no precisamente muy ético y gallardo (porque sus integrantes siempre se ocultan en apodos), cada vez que dejo algún parecer en el Foro de Opinión de Segorbe (Internet), a mí, y a otro señor que suele firmar como Incorrecto o a otro que atiende por Cisne azul, nos pide machaconamente que publiquemos “la lista”. ¡Menuda perra han cogido! Yo no sé si el señor Incorrecto, o el Cisne azul tienen alguna lista, bien sea la de los números premiados en el último sorteo de la Lotería Nacional, bien la de los admitidos en la bolsa del trabajo de la Conselleria de Sanidad, bien la de los aspirantes a policía municipal en el Ayuntamiento. No lo sé. La verdad…: no lo sé.
Por lo que a mí respecta, después de devanarme los sesos, tratando de ver si puedo complacerles, he pensado en la lista de los premios Nobel españoles, comunidad en la que me quieren integrar unos y sacar otros, sin que yo tenga al respecto nada que decir, porque hay que ser prudente, y si llega el Nobel, pues bien, ya llegará, pero tampoco hay que desesperarse.
Si es ésta (la de los nóbeles), por ejemplo, la que les pueder interesar (tampoco parecen entusiasmados por el tema), la tal estaría compuesta por:

José Echegaray (1904): Nadie sabe por qué se lo dieron. Valle-Inclán le llamaba El Viejo idiota.

Santiago Ramón y Cajal (1905): Por ver lo que vio en la guerra de Cuba y por su peculiar estudio de la amistad entre neuronas.

Jacinto Benavente (1922): Por sus méritos en pro del teatro clásico español.

Juan Ramón Jiménez (1956): Por sus depresiones y por su obra Platero y yo.

Severo Ochoa (1959): Por sus calenturas con Sara Montiel y por su trato con el ácido desoxirribonucléico (ADN), una cosa que está en los huevos.

Vicente Aleixandre (1977): Por sus tertulias en Cercedilla con los que luego serían llamados novísmos, y, principalmente, por su obra La destrucción y el amor.

Camilo José Cela(1989): Por escritor.

De no servirles esta reata de ilustres espñoles, he pensado en el santoral, pero me resulta una lista demasiado escorada hacia el catolicismo, y yo, como republicano que soy, respeto el laicismo que parece dimanarse de los peticionarios. Así que, tras mucho cavilar, he llegado a la conclusión de que la lista que más útil les puede resultar, y que en realidad es la única que puedo entregar en su realidad física, si es que además quieren que la deposite en un lugar concreto para que la recojan, es la guía telefónica (páginas blancas, de querer las amarillas, que lo manifiesten). En la guía telefónica pueden encontrar hasta muertos con el contestador automático que todavía responden desde la vida, instituciones gubernamentales, entidades bancarias, casas de putas, onegés, congregaciones pías, viudas, señoras de sus labores, feministas y hasta algún hermafrodita. Es lo que hay. Lo único que la supera es la lista del censo electoral, o la de los nifes de toda España; quizá la de los usuarios mundiales de Microsoft, pero yo a esas listas no tengo acceso. La de Los 40 principales, quizá sería una festiva lista para entregar, o publicar, como piden insistentemente, pero es que uno, ya envejecido (como se encargan de recordarme los que quieren pasarse de listos, que también son lista) pues no está para el pop… Ahora bien, una lista de zarzuelas sí podría publicarla.
La obsesión por la lista supone, en sí misma, una voluntad clasificatoria y ordenatoria que a mí, algo bohemio y partidario de libre albedrío de papeles y del revoltijo de documentos, no me va demasiado. Ni para ir a comprar a Mercadona (cuando me manda mi mujer) ni para priorizarme las gestiones en la Administración, suelo usar mas lista que la soy capaza de guardar en la memoria. Otras listas, las que pudieran suponer alguna aproximación a la de Oskar Schindler, o a la de las víctimas de las fosas Ardeantinas, o las de las idem de Katin, (gestionada está por el estalinismo), a la de Paracuellos del Jarama, a la de los asesindos por ETA, o a la de los fusilados por el franquismo en Paterna, me producen vómitos, no las tengo, y si realizan los interesados las gestiones oportunas, las encontrarán, porque ya están publicadas.Yo, repito, les doy la de Telefónica (ONO debe tener también lista, pero parece oculta…). Al fin y al cabo, nada hay más aburrido que esta lista; también, nada más divertido. Depende de cada cual.

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